domingo, 9 de noviembre de 2008

La Música Republicana

La emigración de músicos caraqueños iniciada en 1812, después del terremoto que azotó a la capital, fue responsable de la llegada de la enseñanza musical formal a las principales poblaciones de los Valles del Tuy y de Aragua, y de los Llanos centrales.
La recuperación de Caracas después de la independencia fue dura y trabajosa. La primera Escuela de Música se hospedó en la Academia de Bellas Artes, fundada en 1849. La ópera llegó a la capital en 1854, de la mano de Hernani de Verdi.
A pesar de la zozobra política del período, los caraqueños se aficionaron a los espectáculos musicales de ópera, zarzuela y vals.En términos generales, sin embargo, la tradición del siglo anterior se perdió por completo. El nivel de la enseñanza y las orquestas era lamentable. Los músicos de la época pecan de provincianismo.
Los estudios impartidos en el conservatorio fundado por Felipe Larrazábal en 1868 eran mediocres.
Dos familias de músicos destacan en este yermo: los Montero y los Carreño. José María Montero, alumno de Landaeta, ha dejado composiciones carentes de originalidad, pero su hijo. José Ángel, exhibía cierto talento en las composiciones sacras y se convirtió en el primer representante venezolano en zarzuela.
En la familia Carreño nació un músico excepcionalmente brillante: Teresa, cuyas majestuosas interpretaciones pianísticas la hicieron mundialmente famosa y sucitaron la admiración de FranzLiszt, Johannes Brahms, Edvard Grieg, entre otros. Hoy Teresa Carreno es un mito en Venezuela. El más grande auditorio lleva su nombre y sus restos descansan en el Panteón Nacional.